Carta abierta al Excmo. Sr. Presidente del Gobierno español

 

Exmo. Sr. Presidente,

Verá, acabo de informarme en la prensa que el Ministro de Industria del Gobierno que tan sabiamente preside Su Excelencia, ha convocado a cuatrocientos inversores extranjeros para convencerles que inviertan en España. Necesitamos inversores que nos ayuden a salir de este lío en que estamos metidos. El Sr. Ministro de Industria les ha explicado que somos una nación seria en la que se puede confiar, que deben traer su dinero que aquí estará seguro y tendrán una rentabilidad adecuada y garantizada. Muy bien hecho. A ver si así se enteran.

 

Sin embargo, me gustaría informarle, señor Presidente, que la seguridad en las inversiones en España no tienen la confianza que su Ministro quiere dar a entender. Le pondré un ejemplo.

En el año 2007 el gobierno que Su Excelencia preside, publicó en el Boletín Oficial del Estado un Real Decreto por el que se regirían las instalaciones de producción de energía fotovoltaica en España. Este Real Decreto garantizaba, por el plazo de veinticinco años, unos precios y condiciones para los productores de este tipo de energía. Además, señor Presidente, con ello se contribuía a potenciar la producción de energías renovables que tanto le gustan, y ha hecho gala de ello, a Su Excelencia.

 

Con el fin de ayudar a salir de la crisis a España, muchos ciudadanos nos empeñamos hasta las pestañas para invertir en estas instalaciones y durante casi tres años han estado funcionando de acuerdo con el Real Decreto. No obstante, y para sorpresa de todos, nos acabamos de enterar por la prensa que quien realizó los cálculos para estos proyectos no estaba en su mejor momento el día que los hizo y tuvo un error, a favor de las personas que invirtieron en estas instalaciones, de un 30%, y por lo tanto, a partir del 1 de julio van a publicar otro Real Decreto, anulando el anterior, reconociendo el error y reduciendo, por tanto, este altísimo porcentaje del treinta por cien.

 

Señor Presidente ¿Qué clase de técnicos tiene su Ministerio de Industria que cometen un error tan garrafal y no se enteran hasta pasados tres años?

 

Los Reales Decretos, que le recuerdo que están firmados por S.M. El Rey, son sagrados en los países democráticos y con la solvencia y credibilidad del nuestro. Si ha habido un error habrá que apechugar con él o correr con los daños y perjuicios que los damnificados puedan tener. Esa es la costumbre en los países que quieren mantener su solvencia y prestigio de cara al exterior. Lo contrario será ahuyentar a inversores extranjeros y nacionales.

 

 


Fuente: Estrella Digital