ECONOMÍA EN DOS TARDES
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- Categoría: Economía
- Publicado el Sábado, 02 Julio 2011 22:39
- Escrito por Luis Llorente
¿Eres de los que pone cara de incomprensión e incredulidad cuando oye hablar de PIB, déficit público, IBEX-35 o prima de riesgo? ¿Te escamoteas de las conversaciones al oír mentar las reformas estructurales, las Obligaciones del Estado, el EURIBOR o la Balanza de Pagos? En estos tiempos de crisis y recesión sin precedentes, en los que los titulares económicos copan un día sí y otro también las cabeceras de todos los medios de comunicación, es conveniente poseer unos mínimos conocimientos económicos y financieros, para que no nos den gato por liebre y podamos juzgar de manera crítica el comportamiento de los distintos agentes económicos.
En las próximas líneas analizaremos de forma muy resumida las diferentes variables que definen la realidad macroeconómica de un país, las relaciones entre todas ellas, y haremos referencia a la (frecuentemente negativa) situación actual de esa variable en la economía española.
PRODUCCIÓN: La mayoría de los economistas conviene que la magnitud macroeconómica más importante de un país es la producción de bienes y servicios, que se mide con el PIB. El Producto Interior Bruto es el valor total de los bienes y servicios finales producidos por un país durante un año natural. Por ejemplo, un país que produjera 30 viviendas de 100000 euros cada una y 400 coches de 20000 euros tendría un PIB de 11 millones de euros. Fácil. Evidentemente, cuanto más alto sea el PIB, mejor, porque indica que el país es más rico. Por hacernos una idea, el PIB de España en 2009 fue de 1 billón de euros aproximadamente. (Para los de la ESO, 1 billón es un millón de millones) ¿Eso es mucho o es poco? No está mal, España es la 8ª o la 9ª potencia económica mundial por su PIB. Si quieres observar una lista con el PIB actualizado de cada país, puedes mirar en la wikipedia, por ejemplo.
Pero para saber cuán rico es realmente cada uno de los habitantes de un país, hay que utilizar el PIB per cápita o renta per cápita, que es dividir todo el PIB entre la población total. Así sabremos cuánto ha producido de media cada habitante. Para hacernos una idea de por donde van los tiros, la renta per cápita de España en 2008 fue de 35300 dólares, frente a los 67300 de Suiza o los 1450 de Nigeria.
Por último, es muy útil conocer la evolución de una economía de un año a otro. Para ello utilizamos el crecimiento porcentual (o decrecimiento) del PIB de un año a otro. Del 2006 al 2007, en plena fase expansiva, la economía española creció un 3,6%. Por el contrario, el annus horribilis de 2009 la economía española se contrajo un -3,6%.
PRECIOS: La evolución de los precios de los distintos bienes y servicios es crucial tanto para las empresas como las familias. Evidentemente, las empresas quieren aumentar los precios para que suban sus beneficios, mientras que las familias desean que no suban, o mejor todavía, que bajen. La evolución de los precios, que se calcula a través del IPC, está estrechamente ligada a la fase del ciclo económico en la que nos encontremos: en la fase de expansión y prosperidad los precios tienden a aumentar, mientras que en la fase de crisis y recesión (como la actual) tienden a mantenerse e incluso a caer por la atonía de la demanda. En 2009 la inflación en España fue de + 0,9%, históricamente baja, como consecuencia del hundimiento del consumo familiar. Recordemos que el objetivo de inflación del BCE para los países de la zona euro es de un aumento de os precios próximo pero inferior al 2%.
EMPLEO: Las tasas de actividad, ocupación y paro también están muy ligadas a la marcha de la producción. En la fase de prosperidad aumenta la ocupación y baja el desempleo, y en las fases de crisis se despide en masa a los trabajadores y aumenta el paro. No hace falta recordar cómo estamos a día de hoy: 4612000 parados, más que nunca, lo que representa un 20 % de la población activa española, más del doble de la media de la UE. Los datos son de la EPA del primer trimestre de 2010.
TIPO DE CAMBIO: Es la relación de cambio de nuestra moneda con otras divisas internacionales, es decir, el precio de una moneda en términos de otra. A mediados de mayo, por ejemplo, se cambiaba un euro por 1,24 dólares o por 1,40 francos suizos. O, visto al revés, por una libra esterlina te daban 1,17 euros. Tener una moneda fuerte y apreciada respecto a las demás ofrece ventajas e inconvenientes: por un lado, las importaciones te resultan más baratas, pero por el otro, importas más del extranjero, y además exportas menos porque tus productos les resultan más caros a los potenciales compradores del extranjero.
TIPOS DE INTERÉS: Es la cantidad de dinero que hay que pagar anual al pedir un préstamo. Como todo en esta vida, hay dos formas de verlo: a los prestamistas les interesa que sea elevado, y a los prestatarios (los que piden prestado el dinero), les conviene que sea bajo. Actualmente los tipos de interés están a un nivel históricamente bajo. Esto se hace para estimular el consumo y la inversión, y así aumentar la demanda agregada. Por ejemplo, el EURIBOR está a 1,25%, una tasa realmente baja que debería animar a la gente a pedir préstamos para comprar coches y casas. Otra cosa es, por supuesto, que el Banco los conceda…
BALANZA COMERCIAL: Es la diferencia entre las exportaciones y las importaciones de un país. Un país con superávit comercial exporta más bienes de los que importa cada año, y eso lo hará más rico. Lo contrario puede decirse para los países con déficit comercial. ¿Adivinas cuál es el saldo comercial de España? ¡Sí, has acertado, es muy deficitario! Nuestro país compra del extranjero muchos más bienes de los que vende fuera. Es una más de las debilidades crónicas de nuestra economía.
SALDO DEL PRESUPUESTO PÚBLICO O BALANZA FISCAL: Esto es la diferencia entre los ingresos del Estado cada año (básicamente, por impuestos) y sus gastos (en pensiones, sanidad, educación, justicia, defensa, infraestructuras, sueldos de políticos y un largo etcétera). Puede ser de superávit público, cuando el Estado tiene más ingresos que gastos, o déficit público, cuando los gastos superan a los ingresos. Existe una fuerte interrelación, de nuevo, entre la fase del ciclo económico y la balanza fiscal: en las fases de crecimiento, el Estado recauda más por impuestos porque hay más actividad económica, y gasta menos porque no es necesario, porque hay poca gente parada y hay que pagar pocos subsidios de desempleo. De hecho, el año 2006 el estado español tuvo un superávit público de unos 300000 millones de euros, un 3% del PIB.
Pero cuando vienen mal dadas sucede todo lo contrario: en las fases de crisis se hunde la recaudación del Estado por impuestos, y éste debe gastar mucho más en prestaciones por desempleo y planes públicos de empleo. En consecuencia, la balanza fiscal tiende al déficit público. En 2009 el déficit público de España fue de… ¡¡¡120000 millones de euros!!! Eso es un 11,2% del PIB, es decir, una auténtica barbaridad. Para que os hagáis una idea, el BCE fija como objetivo a los países de la Eurozona un déficit público cada año del 3% como máximo, cifra que hemos triplicado ampliamente. Y de ahí vienen los planes de ajuste brutales que sufrimos, con subidas generalizadas de impuestos y grandes recortes salariales y sociales. Es el precio que hay que pagar por la “consolidación fiscal”…
En este artículo he resumido todo al máximo. Para más información, os recomiendo estas páginas web de interés: